Novedades sobre el diagnóstico de disfunción renal.

Cada vez hay más personas que sufren de hipertensión arterial y tienen problemas de diabetes, la culpa podría atribuirse al estilo de vida no precisamente correcto de la sociedad occidental. Con el tiempo, los mismos hábitos conducen a una disminución drástica de la función renal, en algunos casos terminamos hablando de enfermedad renal crónica, CKD (enfermedad renal crónica) para decirlo en inglés. Una parte del tejido renal pierde sus funciones y para compensar la falta, la parte restante del riñón tiende a aumentar su rendimiento. El diagnóstico de CDK es relativamente sencillo, se realizan una serie de análisis para conocer la función renal, se visualizan mediante ecografía la estructura del riñón, se buscan anomalías estructurales y se estudia la posición del propio riñón, pero más allá de su invasividad, la biopsia es el único tipo de investigación que conduce a un diagnóstico certero. Según un grupo de investigadores americanos, es difícil entender qué parte del riñón está afectada por la disfunción y se necesitarían equipos más sofisticados y precisos para localizar realmente la disfunción. Los mismos investigadores se han basado en la nanotecnología con el objetivo de encontrar una solución alternativa a la biopsia. Una vez más se realizaron experimentos en ratones de laboratorio que padecían ERC; el resultado del experimento se presentó el 29 de abril de 2009 en ACS Nano. El equipo del Dr. Haick analizó los fluidos de la tráquea de ratones y rápidamente quedó claro que los ratones enfermos tenían sustancias orgánicas que no estaban presentes en los ratones sanos. Las sustancias y la respiración de los ratones fueron monitoreadas y filtradas a través de microtúbulos de carbono. Ha surgido una nueva forma de diagnosticar la ERC mediante la respiración. [a través de Nano Werk ]